El cacao, un bien cada vez más escaso

Desde 2023, las principales regiones productoras de cacao del mundo —Ghana, Costa de Marfil, Nigeria y Camerún— vienen sufriendo una crisis sin precedentes.

Las lluvias torrenciales, las inundaciones y las enfermedades de los cultivos han reducido drásticamente la producción. A esto se suma un contexto político convulso en África Occidental, con tensiones sociales y cambios de gobierno que han afectado la estabilidad del sector. El resultado: el mayor déficit de cacao de los últimos sesenta años y una escalada histórica de precios.

Durante años, las grandes corporaciones del chocolate —Nestlé, Cadbury, Milka y otras— acumularon reservas de cacao anticipando un escenario de escasez. Al mismo tiempo, la región del África Occidental atravesó una etapa de fuerte inestabilidad política, con golpes de Estado y tensiones diplomáticas en países vecinos de las zonas productoras, lo que complicó el transporte, las exportaciones y la inversión agrícola.

Esa combinación —inseguridad regional, crisis climática y especulación de las grandes compañías— llevó a que el precio del cacao alcanzara niveles récord en 2024 y 2025, superando los 12.000 USD por tonelada.

En Abuela Ili, este fenómeno global también nos ha afectado. Nuestros chocolates se elaboran con cacao de primera calidad, y mantener esa materia prima —sin recurrir a mezclas ni sustitutos— ha supuesto un esfuerzo enorme. Hemos tenido que ajustar parcialmente nuestros precios para poder seguir elaborando con el mismo estándar que nos caracteriza. No lo escondemos: producir hoy cuesta mucho más que hace apenas un año.

Aun así, decidimos no trasladar toda la subida al consumidor. Asumimos parte del aumento en nuestros márgenes porque creemos que la calidad no se negocia. Preferimos ganar menos antes que abaratar el producto. Este compromiso con la autenticidad es lo que nos diferencia: seguimos siendo una chocolatería artesanal, fiel a sus recetas, a sus procesos lentos y al valor real de lo que hacemos.

El panorama internacional sigue siendo incierto: los cultivos africanos no se recuperarán de un día para otro, y los precios continuarán altos mientras el clima y la inestabilidad política sigan afectando la producción. Pero en Abuela Ili seguiremos trabajando con transparencia, cuidando la materia prima y defendiendo una idea sencilla: un buen chocolate vale lo que cuesta, pero también cuesta mantenerlo bueno.

Cada tableta cuenta una historia hecha con amor en la Alpujarra ❤
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